Desde el comienzo de la era móvil creemos que hemos vivido una evolución radical en la cámara, pero esto no es tan cierto. Cuando se dio el paso de las cámaras VGA a las que contaban con varios megapíxeles hubo un gran salto, pero desde entonces hemos estado muy estancados. ¿Qué es lo que puede cambiar el panorama por completo?
Aclaremos lo que hemos dicho en el primer párrafo, porque puede llevar a mucha polémica. Si bien es cierto que cada vez vemos mejores cámaras, lo que no podemos negar es que había teléfonos Nokia previos a la era smartphone o de sus comienzosque hacían fotografías de una calidad muy similar a la que obtenemos hoy en día con gran cantidad de dispositivos.
Por supuesto que han cambiado y que tenemos sensores como los de Sony que gracias al gran uso que hacen de ellos compañías como Samsung en el GS4 nos ofrecen unos resultados extraordinarios, pero si pensamos en la evolución que han tenido otras partes de los smartphones como la pantalla o los procesadores, las cámaras van a ritmo de tortuga.
Algunas de las vertientes por las que atacar el problema son los sensores y su tecnología, el procesado de imágenes dedicado (las fotografías tienen un tratamiento una vez echas, no salen “tal cual”) o las lentes. Y es precisamente en este último punto en el que hoy nos centramos, porque es posible que próximamente veamos cosas muy interesantes, y es importante empezar a hablar de esto seriamente.
Las cámaras fotográficas digitales están compuestas de una serie de elementos en los que no tiene demasiado sentido entrar ahora mismo, pero que podemos separar en tres elementos diferentes:lente, sensor y electrónica. La luz pasa por la lente, que es la encargada de controlarla y orientarla hacia el sensor, y la electrónica se encarga de su tratamiento. Ya Sony dio un paso evolutivo muy importante con la tecnología BSI que quitaba la electrónica de entre la lente y el sensor, poniéndola detrás de este último para mejorar la nitidez y las fotografías en condiciones de poca luminosidad.
Volviendo a la lente, este elemento es crítico. Soy un gran aficionado a la fotografía, y recientemente en un concurso en Paris recuerdo contar un detalle que me gusta repetir para demostrar la importancia de las lentes. Cuando miras la bolsa de equipo de un fotógrafo profesional, el precio de la cámara casi no es importante cuando lo comparamos con las lentes, y eso que la cámara puede rondar los 2000€ o más.
La fotografía es luz, y la lente es la encargada de controlar esa luz para que llega de la mejor forma al sensor, que sólo se encarga de convertir fotones en electrones. Sin un correcto trabajo de la parte óptica, de nada sirve tener el mejor sensor del mundo. Eso por eso que donde hay que centrarse es en las lentes.
Ayer se filtraba una imagen de Sony que parece poco realista (la que encabeza este artículo), pero que como concepto es algo que nos encantaría ver en el futuro. Se trata de su gama de lentes G, que podría tratarse de objetivos intercambiables para smartphones. Y aunque esto parezca un poco exagerado, ¿por qué no? Yo tengo mi cámara réflex digital, que uso siempre que puedo, pero que tiene grandes pegas como su enorme peso y tamaño. Cuando desciendo el barranco de Masca o subo al Teide (es que estoy ahora en Tenerife y no puedo evitar usar estas referencias porque me pillan muy a mano) me cuesta mucho cargar con una cámara así, y recurro a una pequeña EVIL de objetivos intercambiables, que no me da tanta calidad y juego, pero es infinitamente más cómoda.
Pero es que en ocasiones, cuando se que hasta esa pequeña cámara me va a estorbar, simplemente uso el móvil. Y si el móvil me ofreciese la posibilidad de usar lentes intercambiables para ganar calidad de imagen os aseguro que no se lo voy a negar. Para unas vacaciones en las que queremos ir ligeros de equipajes, salidas por nuestra ciudad en las que no queramos cargar con muchas cosas, cenas con amigos… la idea es genial y a mi me emociona algo así.
Las ventajas son muchísimas, y esto podría justificar el uso del rumoreado sensor de 20.6MP del Honami que supuestamente se presentará en el IFA de Berlin, así que esperamos ansiosos que Sony nos sorprenda con algo así o que otro fabricante se anime a ello. Eso sí, preparaos porque el precio de estas lentes no es bajo, así que supondrá una inversión, aunque lo bueno es que siempre podremos elegir no usarlas y quedarnos con la del móvil sin más.
¿Cómo veis este paso evolutivo de las cámaras de smartphones? ¿Os parece una buena idea?
No hay comentarios:
Publicar un comentario